Hoy vi una casa en ruinas y me acordé de ti, de tus ventanas llenas de esperanzas y de mis puertas abiertas, de nuestras corrientes de aire sacudiendo las cortinas. Recordé en silencio aquellas escaleras que llevaban a la nada, la sala que nunca compramos y todas las noches que no dormimos con tal de amarnos. Vi los ladrillos a flor de piel, tan simples y honestos, tan contentos de ser cimientos, tan grises.

Hoy vi una casa en ruinas y me alegró recordarnos como niños, intentando construir castillos de la nada. Sonreí en silencio sabiéndome completa en una casa que no es la nuestra, pero está llena de ventanas abiertas, cortinas, recuerdos, escaleras que llevan a todos lados, una sala que a veces uso de cama, corrientes de aire y hasta puertas.

Hoy vi una casa en ruinas… en ruinas como tú y yo